Friday, October 27, 2006

El Camino

Esto lo tengo colgado también en el Isiblog, pero bueno, creo que aquí pega mucho.

El Camino

Era un camino iluminado. Los rayos del sol calentaban mi piel y todo parecía tranquilo y sencillo. De vez en cuando aparecían algunas zonas oscuras, sombras proyectadas por demasiados árboles juntos, pero por ahora las había podido esquivar todas, sortearlas o pasar muy rápido a través de ellas. También aparecían en ocasiones algunos obstáculos, piedras y grietas en el suelo, pero con suerte las veía con tiempo. O eso creía yo.

Recordando el camino hecho, aparecían los vestigios de algunos tropiezos y rincones que me habían asustado de verdad, pero sus recuerdos estaban bien ocultos en el fondo de mi mente, algunos cerrados en una caja con candado de seguridad.
Así que hasta ahora, si echaba cuentas, todo mi camino por el bosque había sido feliz. Nada me importunaba demasiado, y si algo lo intentaba con insistencia yo pasaba de largo.

Pero un día, llegué a una bifurcación...una especialmente importante como nunca antes la había habido, sólo que yo no me di cuenta. Allí estaba una parte del camino todavía bastante iluminada por el Sol de la tarde, y la otra, aparecía oscura, peligrosa. “No seas tonta, sigue por el camino iluminado, el fácil” me dije a mí misma, y así hice. Al principio este camino parecía igual al otro, pero poco a poco, se fue oscureciendo, las ramas de los árboles empezaron a perder sus hojas y a retorcerse, y cada vez había más irregularidades en el camino, piedras escondidas entre el musgo y raíces levantadas. Tropecé.

Me levanté enseguida, decidida a volver a atrás e intentar seguir por el camino que parecía más peligroso, estaba segura que había errado el camino. Pero al volver la vista atrás, había desaparecido. Así era, un segundo antes, sucio y lleno de ramas estaba el camino por el que había venido, y ahora, simplemente no estaba. Seguían estando los árboles de raíces traicioneras, y las piedras tapadas por el musgo, pero ahora además también había matorrales llenos de espinas que me cortaban la retirada. No podía hacer otra cosa que avanzar.

Seguí abriéndome paso por el bosque, pisando un terreno que hacía tiempo nadie pisaba, asustada porque no sabía donde estaba y adonde iba, pero sobre todo, asustada porque me había perdido. No sólo físicamente no sabía donde estaba, sino que toda yo estaba perdida. Había dejado de ser esa chica despreocupada y siempre feliz, ahora estaba siempre vigilante y temerosa, sin saber en que momento aparecería otro obstáculo más, uno más difícil, preguntándome cuando llegaría con el que me rendiría y me quedaría allí para siempre.

Entonces apareció él. Llegó de una forma natural, hablaba conmigo y me escuchaba. Durante un momento olvidé donde estaba, sólo él consiguió eso. No era la única persona que me encontré por el bosque. No estaba sola del todo. Por allí aparecía gente a veces. A algunos los veía de reojo, pasaban muy rápido. Otros se acercaban más e incluso hubo un par de ellos que me acompañaron un trozo. Pero yo no les pedí ayuda. Para ellos el bosque no parecía tan tenebroso, no daban esa impresión. Ellos caminaban con soltura y facilidad, y mientras me acompañaban yo también caminaba tranquila. Pero nunca les pedí ayuda. No le dije a nadie que estaba perdida, que no me encontraba ni encontraba mi camino. Hasta que él llegó. Al principio era un acompañante más, aunque no terminaba de fiarme de él. Su aspecto me hacía recelar, pensando que no era alguien me pudiese ayudar. Caminó un tiempo en silencio. Él simplemente estaba allí. A veces se alejaba e incluso se iba de mi lado, pero siempre volvió. Después, lentamente me fui dando cuenta que su aspecto era sólo eso, algo externo. La demás gente con la que nos cruzábamos parecían saber que no debía fiarme de él y al principio les hice caso, pero por suerte, cambié de decisión. Poco a poco me fui dando cuenta que no era lo que aparentaba ser, y empecé a confiar en él, en su presencia a mí lado, y supe que si lo necesitaba allí estaría. Intentó mostrarme al camino que él veía, pero yo no pude, todo era más tenebroso para mí. Durante un tiempo, me acongojaba pensar que si yo no veía lo que él quería mostrarme, se cansaría de andar a mi lado y se iría cuando yo no mirase. Pero me equivoqué. La siguiente vez que tropecé y caí, él me ayudo a levantarme, me cogió de la mano y camino junto a mí. Otro día el golpe fue más duro, y entonces él se sentó a mí lado, me limpió la tierra de encima y lavó mis heridas con el agua que tenía. Me ayudó de nuevo a levantarme y me abrazó para ayudarme a caminar.

Aún sigo en este bosque. Cuando miro al frente me parece todavía oscuro y peligroso. Y sin final. Pero cuando miro a mi lado, lo veo a él y es como si todo lo que lo rodea fuese un poco más claro, más luminoso, y ya no da tanto miedo.

Espero con ansías encontrar el final del camino, pero todavía más espero encontrar a esa chica que se quedó en una bifurcación, porque quiero que él la conozca también.

Wednesday, August 09, 2006

Paranoia, S.A.

¡¡¡PARANOIAS PARA TODOS LOS GUSTOS!!!

¿Teme a algo de verdad? ¿Existe algo en el mundo que le cause tanto miedo que puede llegar a cambiar su realidad? Si es así, ¡Disfrútelo! Porque no requerirá de nuestros servicios. En cambio, si es usted una de esas personas que no han sufrido en su vida ningún miedo, que ha sido protegido por sus padres durante toda su infancia de los monstruos en el armario, que ha vivido en una zona residencial fuera de todo peligro...si es usted una de estas personas, ¡llámenos! En tan sólo dos días podemos encontrar sus miedos y multiplicarlos por diez. Vivirá usted un auténtico infierno por el módico precio de 3000€*. Ya no se sentirá sólo en medio de este mundo de amargura, podrá mantener una conversación sobre sus males con cualquier persona, y sentirse alguien común. ¡No volverá a ser el bicho raro de la sociedad!

Tenemos un gran abanico de servicios. ¿Le da miedo perder su idílico trabajo? No se preocupe, durante dos días, repito, dos días, sólo verá como su jefe trata con amabilidad a todos los empleados menos a usted, empezarán a correr rumores de reducción de plantilla y sus proyectos dejarán de llegar a la mesa de su superior a la hora indicada. Conseguirá usted pasar miedo de verdad.

¿Teme estar embarazada? En los próximos dos días absolutamente todo estará relacionado con este tema. ¿Qué tal un antojo de patatas fritas con 7 tipos de salsas a las 11 de la mañana? ¿Recuerda esa farmacia delante de que pasa todos los días? Ahora tendrá enormes carteles anunciando tests de embarazo. Busque en nuestra red cuales son los síntomas y descubra que el 80% coinciden con los de la menstruación. Consiga estar tan paranoica que el tiempo pase lentamente, lentamente y todo a su alrededor sean mujeres embarazadas y bebés.

Disponemos también de suicidios a la carta para quienes han tocado fondo de verdad. Aprovecha la oferta especial de lanzamiento, solicite dos paranoias y el suicidio opcional totalmente gratuito.

Sino no queda satisfecho le devolvemos su dinero.

Sólo válido desde el 13-02-XXXX hasta el 13-03-XXXX.
El grado de insatisfacción en el producto será analizado por un psicólogo de Paranoias, S.A.

Si Paranoias, S.A. no tiene sucursal en su localidad, el cliente correrá con los gastos de desplazamiento y alojamiento del empleado.

*Gastos de material no incluidos

La Sonrisa

Esto tiene algún tiempo y está sin revisar, pero bueno, me apetecía estrenar el blog. En su momento, hace un par de añitos, me sentí orgullosa de ello. ¡Allá va!


Su cuerpo balanceándose lentamente. Dejándose arrastrar por la rítmica música. Su largo cabello negro meciéndose en el aire, cubriendo sus desnudos hombros, revelando retazos de su cuello, dejando que la insinuación de una fantasía se lleve su cabeza lejos de allí. Los ojos negros de mirada felina, de mirada penetrante que le obligan a seguirla.

Otra vez el balanceo de sus caderas, promesas futuras de un goce que seduce su presente. Los tobillos que asoman insinuantes debajo de las sedas que cubren su desnudez. La tela que cubre sus pechos, casi transparente, no deja nada a la imaginación, pero la dispara.

De nuevo las caderas...la luz del fuego que baila entorno a ellas. La tela que cae. El cuello que se deja ver entre los cabellos que cubren lo que ya no cuida la tela. La espalda que surge entre los rizos, suave, delicada, deliciosa.

Sigue el balanceo, la flauta que lo acompaña lo transporta a aquél lugar donde sólo está ella. Donde sólo están las llamas reflejadas en sus ojos negros. Las sedas que empiezan a caer una a una, lentamente. La luz que empieza a menguar al compás de la tela que cae. Los labios que se entreabren en un amago de sonrisa, que muestran unos dientes blancos, paladines de una rosada lengua, que lo llama, lo atrae, lo arrastra.

Las caderas, que empiezan a detener su movimiento. Las llamas que poco a poco se transforman en ascuas, la seda...la única que queda. La seda que hace que pierda la cabeza porque también ella caiga. La seda, resultado del balanceo. La seda que no cae.

Y se marcha. Las luces se apagaron, y la muchacha se aleja con su pequeño contoneo de caderas. Y mira hacia atrás. Y lo mira a él. Y mira al suelo, donde han quedado posadas sus ropas. Y lo vuelve a mirar.

Y con la delicadeza de quien nunca a cogido algo más pesado que el aire, aparta la tela que cubre la entrada a una tienda. Y antes de dejarla caer tras ella...lo mira de nuevo, y sonríe. Y esa sonrisa lo atrae, lo arrastra.

Y esa sonrisa termina lo que el baile empezó.



Puede parecer una tontería, pero para leer este relatillo bien hay que ecuchar una canción específica, que es la que estaba escuchando cuando se me ocurrió. El problema es que cuando cerré el programa de música no me fijé en como se llamaba la canción, sólo se que era de Dead Can Dance...todo un misterio, porque la música de tengo de ellos es la misma, pero nunca la he vuelto a encontrar.

Empezando

Este blog es sólo para publicar las cosas que escribo, que son pocas y muy distanciadas unas de otras, y no muy buenas que digamos, pero a veces me da la inspiración tonta, y me da por escribir. Así que las pondré aquí. Son mías, sólo mías y no se las he copiado a nadie. Todo parecido es casual y si lo encontráis me molaría leer en lo que coincido con otra persona.